miércoles, 4 de mayo de 2016

UNIFICACIÓN ITALIANA: ANEXIÓN DE LOMBARDÍA Y TERRITORIOS DE ITALIA CENTRAL

Tras sufrir el atentado de Orsini, Napoleón III dio un giro en su política exterior y decidió apoyar a Piamonte en el proceso de unificación italiana lo que implicaba la guerra con Austria.

Napoleón y Cavour, en una entrevista secreta celebrada en el balneario de Plombiers, acordaron el apoyo militar de Francia a Piamonte para arrebatar a Austria Lombardía y Venecia; a cambio, Piamonte cedería a Francia Saboya y Niza.  

"Tan pronto como entré en el despacho del Emperador, éste planteó la cuestión que era el objeto de mi viaje. Comenzó diciendo que había dcidido apoyar a Piamonte con todo su poder en una guerra contra Austria, con tal que la guerra fuera emprendida con fines no revolucionarios" (Fragmento de una carta de Cavour a Víctor Manuel dándole noticias de la reunión de Plambiers)

Napoleón firmó este acuerdo a pesar de haber llegado a proyectar una Italia divida en cuatro estados confederados bajo el Papado (para compensar al pontífice de las pérdidas territoriales de sus dominios). La verdad es que el Emperador abandonó pronto este plan.

El Acuerdo de Plombiers recibió el visto bueno de Gran Bretaña. Una baza para Cavour. Además, Rusia apoyaba las aspiraciones de Piamonte frente a Austria con la que chocaba en los Balcanes. Cavour se las arregló para hacer caer en una declaración de guerra a una Austria bastante aislada diplomáticamente (cosa que no calibró perfectamente su emperador Francisco José).

Austria declaró la guerra a Piamonte el 29 de abril de 1859. Se inició la Guerra de Lombardía con un rápido avance de las tropas austriacas por Piamonte. El 3 de mayo Napoleón anunció que ayudaría a Piamonte. Muy pronto, las tropas de Francia y Piamonte obtuvieron las resonantes victorias de Magenta (4 de junio) y Soferino (24 de junio). Tras esta derrota el ejército austriaco se retiró ordenadamente a la fortaleza del Cuadrilátero.


Batalla de Solferino, 1859

Militarmente:

  • Se puso de manifiesto la superioridad del ejército francés (infantería entrenada en Argelia) a pesar de la falta de organización y planificación (escasez de provisiones, tiendas, medicamentos...). Se confirmó la reputación de Francia como la principal potencia militar europea. El Emperador en persona dirigió la guerra de forma no muy competente.
  • La aportación del ejército de Piamonte fue muy pequeña, no se pudo movilizar al ritmo previsto: de los 100.000 hombres prometidos, sólo pudo aportar 60.000 y no en el plazo previsto.
  • El ejército austriaco estuvo mal organizado y dirigido. Es verdad que tuvo que dejar grandes contingentes en el interior ante el temor a una posible sublevación húngara. 
Fue esta la primera guerra en la que los ferrocarriles tuvieron un protagonismo especial en el transporte de tropas y pertrechos.

A pesar de estos éxitos militares, Napoleón III paró la guerra y firmó con Austria el Armisticio de Villafranca que posteriormente se concretó en la Paz de Zurich por la que Austria cedía Lombardía a Napoleón que, a su vez, se la entregaba a Piamonte, pero seguía conservando el Véneto.

Esta insólita actuación de Napoleón, sin contar con su socio Piamonte, se ha tratado de explicar históricamente de diversas maneras:

  • Sentimientos humanitarios ante el gran número de muertos (40.000 en Solferino).
  • Presión de los católicos franceses que veían peligrar el poder temporal del Papa. Círculos católicos llegan a calificar a esta guerra de "impía e innecesaria".
  • La escasa contribución militar de Piamonte.
  • La movilización de tropas prusianas en el Rhin. Prusia no deseaba que se crease una esfera de influencia francesa en el norte de Italia ni que Francia se engrandeciese demasiado, así que decidió apoyar a Austria. Tal vez es la explicación más satisfactoria.
Cavour, totalmente desilusionado, dimitió no sin antes proponer que Piamonte siguiera la guerra en solitario a lo que se negó Víctor Manuel. Con todo, para no tener problemas con Francia, Piamonte cumplió lo pactado en Plombiers y entregó Saboya y Niza a Napoleón (Tratado de Turín, 1.860). Esta cesión gustó muy poco a muchos patriotas italianos.

Cavour dimitió en julio de 1859 y volvió al poder en enero de 1860. Cavour se dedicó a promover en Italia Central movimientos de adhesión a Piamonte que culminaron en 1860 con unos plebiscitos en los que triunfó abrumadoramente el adherirse a Piamonte: Romaña y norte de los Estados Pontificios, Parma Módena y Toscana.

Tras estas adhesiones, se consumó la unión de un espacio de 11 millones de habitantes.


En estos momentos iba a aparecer en escena Garibaldi, hombre de acción, nacionalista revolucionario.

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