miércoles, 14 de junio de 2017

LA PLANIFICACIÓN EN LA URSS DE STALIN (II): PRIMER PLAN QUINQUENAL

Como no podía ser de otra forma si tenemos en cuenta el principal objetivo de la planificación marcado por Stalin, el Primer Plan Quinquenal (1928-32) apostó por la industrialización a la que se iba a dedicar la mayor parte de la inversión. Como objetivos inmediatos se marcaron el ahorro de materias primas, la reducción de gastos de producción para disminuir el coste de los productos.

Los objetivos del Plan se redactaron en dos variantes: básica y óptima. Muy pronto se abandonó la variante básica y, al año siguiente de ponerse en marcha, se tomó la determinación de cumplir el plan en cuatro años.

Respecto a la industria se atendió especialmente la pesada (78% de las inversiones con la producción de energía) por ser de la que más necesitada estaba la URSS. Se crearon 1.500 empresas. Al principio se recurrió especialmente a  técnicos extranjeros (de los EE.UU y Europa), pero rápidamente se formaron técnicos rusos. La maquinaria, en un primer momento,  fue importada. Se dio gran publicidad a los avances de la industria automovilística (en 1929, se firmó un contrato con la Ford de Detroit). Se pretendió también un  fuerte aumento en producción de fuentes de energía necesarias para el desarrollo industrial.


LA COLECTIVIZACIÓN DE LA AGRICULTURA

El desarrollo industrial exigía la supeditación de la agricultura a la industria. La agricultura debía aportar los capitales necesario para la industrialización, máxime teniendo en cuenta que no llegaban las inversiones exteriores.

La colectivización de la agricultura se llevó a cabo venciendo la hostilidad de los campesinos. Se hizo un gran despliegue propagandístico (como el cartel siguiente) para mostrar los efectos beneficiosos de la colectivización y animar a los campesinos a que se uniesen voluntariamente a ella.




Al comienzo sólo se exigía la colectivización de 1/5 de la población agrícola, se revisó en 1.929 tratando de conseguir la colectivización de la mayor cantidad posible.

RESISTENCIAS CAMPESINAS A LA COLECTIVIZACIÓN
"Todos los días nos mandan conferenciantes que nos piden nuestra adhesión a tal o cual koljós para una esclavitud eterna; pero nosotros no queremos cambiar nuestros buenos hábitos. Puede que sea esta una cabaña pobre, pero es la mía. Mi caballo quizá es un penco, pero me pertenece. Entre nosotros el que trabaja más tiene algo que comer. Estamos acostumbrados al trabajo. Pero nuestro gobierno cambia los precios cada día de manera arbitraria (...) No sabemos qué hacer, vivimos mal. Tampoco podríamos comer en el Koljós (...) Por eso pedimos que se renuncie a la creación de los Koljoses y nos dejen nuestras propiedades a los campesinos.
M. FAINSED: Smolensk en tiempos de Stalin.

Con la colectivización, el campo se acabó estructurando en koljós y sovjós.


Cartel de propaganda de los koljós
  • El koljós era una unidad de explotación colectiva (socialización de la propiedad de la tierra) en la que trabajan, en brigadas, los campesinos de una o varias aldeas. Los tipos y sistemas de cultivo, así como la distribución del trabajo y el reparto de los beneficios estaba en manos de la Asamblea del Koljós, reservándose el Estado el control de la comercialización de los productos, precios y planificación general. El Estado aportaba las máquinas, especialmente tractores (se vio como el alma de la socialización de la agricultura). Dentro del koljós, el campesino tenía derecho a vivienda propia con una parcela pequeña (0,5 ha, aproximadamente) y algún animal doméstico, los productos de esta propiedad privada podían venderse en el mercado koljosiano, pagando un impuesto sobre lo obtenido. El campesino ruso mostró un mayor interés por sus tierras que por las colectivas, así, mientras la propiedad privada suponía solamente un pequeño porcentaje del suelo cultivado en la URSS, proporcionaba el 70 % de la producción agropecuaria del país.
  • El Sovjós era una granja estatal en la que los campesinos trabajan por un sueldo, como otros funcionarios, sin derecho a tierras privadas. la extensión de los sovjós era mayor que la de los Koljós, variaba entre las 20.000 y 100.000 Has, con varios miles de trabajadores según los tipos y sistemas de cultivo. Esta forma predominó en las  tierrasde nueva colonización (Siberia).
Los campesinos rusos preferían los koljós a los sovjós (mas de acorde con los deseos del Estado), así lo demuestra el gráfico adjunto (Edit. Vicens Vives):



El acabar con los kulaks (campesinos ricos) permitió un gran avance socializador, muy rápido en la segunda mitad de 1929 y primeros meses de 1930: julio, 1.928 - 1,7 % socializado, julio, 1.929 - 3,7, enero, 1.930 - 21,0, marzo, 1.930 - 58,0



La represión contra los kulaks fue gigantesca. En un primer momento hubo bastante división respecto a qué hacer con ellos, no se tenía claro si integrarlos en los koljós (con el peligro que ello suponía de que se convirtieran en dirigentes) o dejarlos como unidades de producción autónomas. Desde 1929 ya se vieron como “enemigos” y se incitó a una ofensiva contra ellos, a la vez que se pretendía avanzar en una colectivización forzosa de la agricultura. Se vio claramente que, a la hora de recaudar grano, era más fácil presionar a los koljós que a los campesinos individuales para que entregaran el grano a las agencias oficiales. Desde comienzos de enero de 1930 se aprobó la liquidación de los kulaks como clase. Una auténtica lucha de clases. Muchos kulaks fueron expulsados de sus tierras y sus medios de producción fueron transferidos a los koljós, otros fueron deportados y abandonados a su suerte. Fueron acciones bastante desordenadas, dentro de un clima de delirio de colectivización.

El celo y la arbitrariedad en la aplicación de las normas trajeron una resistencia campesina que algunas regiones (por ejemplo en Ucrania) creó un clima de guerra civil. Muchos agricultores destruían sus cosechas y sacrificaban sus rebaños (gran desastre de la cabaña ganadera)


Elaboración propia

Los campesinos pobres que se resistieron a la colectivización fueron considerados como kulaks. La rápida acción contra los kulaks comenzó a inquietar a los otros campesinos que no veían con buenos ojos que los habitantes de las ciudades se hicieran con el timón del mundo agrario, además la represión a veces alcanzó al campesinado en general, no sólo a los kulaks.

Ante esta resistencia, Stalin llegó a declarar "El éxito nos vuelve la espalda" (marzo, 1930) y, por ello, decidió frenar temporalmente la colectivización. Algunos campesinos pudieron abandonar los koljós. Tal vez únicamente se pretendía que se realizase la siembra ya que muy pronto se reemprendió el movimiento colectivizador, eso sí, con más prudencia (por ejemplo se concedía ventajas a los que se integras en loskoljós), encontró menos resistencias:

Avance de las tierras colectivizadas: septiembre, 1.930 - 31 % , fin de 1.931 - 52,7 %, fin de 1.934 - 71,4 %, fin de 1.936 - 90 %, fin de 1.938 - 93,6 %, fin de 1.940 - 96,9%

Se comenzó a controlar la producción agraria (comisarios que actúan en el campo, control administrativo..), así en 1.930 se consiguió el aprovisionamiento de grano. El gobierno necesitaba seguir exportando productos agrarios para poder pagar los equipos industriales que se importaban. La agricultura siguió siendo el sector más débil de la economía soviética.
colectivizacion-agraria.jpg

e abordó la mecanización del campo. En un primer momento se pusieron en marcha centenares de Estaciones de Máquinas y Tractores repartidas por todo el país (MTS), coordinadas desde una oficina central en Moscú. La primera estación se creó en 1928.

LA COLECTIVIZACIÓN DE LA INDUSTRIA

Creó menos tensiones que la del campo. Las grandes unidades de producción no se habían desnacionalizado desde la época de la NEP. Tampoco se habían desnacionalizado los resortes financieros.

A los obreros se les recordó que el éxito de la industrialización y la ejecución del plan eran objetivos prioritarios aunque ello condenara la mejora en su nivel de vida. En suma, los obreros debían sacrificar sus intereses en aras de la ejecución del plan y de la realización del socialismo. Por ejemplo no estaba permitida la huelga y la disciplina laboral era férrea. A los sindicatos se les encomendó la concienciación de los obreros para cumplir esta tarea y asumir este papel (sobre todo a los obreros que procedían del campo).

COMERCIO INTERIOR

Se redujo considerablemente la cuota de realizada por los comerciantes privados: del 22,5 % de 1.928 al 5,6 % de 1.930. En 1.932 se prohibió este comercio.

RESULTADO

En el siguiente cuadro se refleja la evolución de la producción de algunas magnitudes durante el Primer Plan Quinquenal. No hay unanimidad entre diferentes autores a la hora de dar cifras concretas.



Fuente: Edit. Vicens Vives
Otra cosa es fijarnos si esta evolución cumplió con los objetivos fijados. 

Solamente se superaron las cuotas previstas en construcción de maquinaria (185%) y en la producción del petróleo (102%). No se alcanzó la producción de carbón (86%), acero (57%) y en la industria de lanas (34%). Tampoco se realizó el esfuerzo previsto en la red ferroviaria. 

Bajó mucho el nivel de vida. Se instauró el racionamiento que fue extendiéndose cada vez a más productos de primera necesidad: pan, cereales, azúcar... 

Paralelamente, se desarrollo un importante mercado negro.







Edit. Vicens Vives

El invierno de 1.932-3 fue de un hambre terrible, en buena parte causada por el Estado que retenía buena parte se las cosechas.  Los que después relataron aquel invierno, como Artur Koestler, hablaron de aldeas abandonadas, deportaciones masivas (240.000 familias), muchos muertos de hambre (algunos señalan la cifra de 10 millones de campesinos, Carr los fija entre 1 y 5 millones).  


El racionamiento se abandonó en 1.935. En general puede decirse que hasta finales de los años 30 no se superaron las cifras de producción agraria de antes de la colectivización. 

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